lunes, agosto 17, 2009

embrujo

Salpicados de perseidas, sus ojos de mar despejaron las nubes que techaban la cumbre.
Me regaló las entrañas y la cima del Etna.
Sin aspas, ni viento. Agosto iluminó la isla.

Para P.

3 comentarios:

unsologato dijo...

ronroneo siciliano por los embrujos de un viaje luminoso...

abrazoceánico!!!

Unknown dijo...

bravo regina, immenso placer leer la tuya dedicatoria. Baci Bai! P.

franhilz dijo...

hermoso
hormoso
hermoso

así, vale la pena esperar tanto.

abrazo!