viernes, noviembre 11, 2011

beso número 4





(de esos levantánimos y aprovechatodo lo de la despensa)
¡Beso de arroz porque es mejor besarte que hacer licor con él!





domingo, noviembre 06, 2011

microbeso para levantar el ánimo III


Beso que chupa todo el líquido purulento de tus heridas infectadas para eliminar toda la tristeza que destilan


(¿es la tristeza amarilla?)



miércoles, noviembre 02, 2011

microbeso para levantar el ánimo (II)


foto: Les Ballets de Monte Carlo

Beso que suspira después de besarte como si no te hubiera besado nunca y estuviera a punto de volverte a besar por primera vez...



martes, noviembre 01, 2011

microbeso para levantar el ánimo (I)


Beso silbido que insufla canciones tontas además de amor y aire....








domingo, octubre 02, 2011

demasiada tele (y poco dinero)


"Acristale el porche" reza un anuncio que me envían... En mi cansancio (o ¿será delirio?), no leo el porche, sino el Porsche y como nunca me planteé tener uno -de hecho, los coches siempre me han importado más bien poco- se me gira la expresión y pienso: será que, cuando te venden un porsche ¿te lo dan sin vidrios? O que si tu coche es de gama alta, tipo maserati o jaguar ¿puedes acristalarte el vehículo a tu gusto? Vaya, no se me habría ocurrido nunca. Hoy que mi renault cumple 8 años...

Pero no, consulto la web de porsche España y me confirman que por el módico precio de 209.130 euros te puedes comprar un "911 GT2" y alcanzar los 329 kms/h.



Fíjate y yo teniendo que comprar un puto ordenador de 1500 euros para seguir trabajando -free lance- en mis artículos porque se ha muerto el aparato hoy. Tenía 4 años y... "tenía que pasar tarde o temprano" me dice la chica de la tienda de informática. Sí, claro... Y, o tienes pasta ¡o te arriesgas a no entregar el trabajo a tiempo y no cobrar los cuatro artículos de este mes!

¡¡No sé si vender mis favores sexuales para poder pagarlo!! Aunque bien mirado, deberia sacar algo más de guita porque tengo billete low cost de ida y vuelta a Sicilia para dentro de quince días, pero allí voy a tener que dormir en la playa... O en Corleone, je.

(A propósito de mafia ¿has leído el libro de Saviano?)

Pero bueno ¿te doy un dato positivo del restaurante del cual soy socia? El cierre económico de este mes ha sido bueno, algo superior al del mes pasado (la media por semana también ha aumentado). Así que es posible que sobreviva este mes, aunque los beneficios son magros y a repartir entre cuatro...



¿Sabes? sigo aspirando a jubilarme antes de los 50 y dedicarme a dar la vuelta al mundo. Y que, cada mes, reciba un aviso a mi móvil que diga: ya te he girado los beneficios de los locales de este mes por WU...

Y entonces, desde la bahía de Halong, de Punakaiki o del desierto de los Pináculos, te enviaré una postal como esta...

Mientras tanto, dejo de soñar despierta -tengo que acabar el artículo sobre la programación de la tele de esta semana- y seguiré soñando dormida... dentro de un ratito.

jueves, septiembre 15, 2011

intento





















Llegó corriendo al río, se detuvo y con un llanto rabioso trató de acallar las voces de su cabeza...


Se sentó en la orilla, quitó las piedras de sus bolsillos y, luego, la ropa mojada por la tormenta.


Su marido la vió entrar casa. Encolerizada, subió desnuda las escaleras y se encerró en su habitación de un portazo.


En el escritorio se vacía de la frustración con borbotones de palabras que, hace un rato, se ahogaban en su garganta mientras ella no lo hizo en la corriente del Ouse.

Su marido querría ir tras ella y abrazarla en silencio pero decide que es mejor quedarse abajo y limpiar el rastro de agua sobre la madera.

Mientras friega, Leonard piensa que algún día su mujer logrará suicidarse...

miércoles, septiembre 07, 2011

de primera

Si hubieras visto el partido hoy estarías orgullosa de mí: he colaborado con dos asistencias para que mis compañeros marcaran, fíjate que al finalizar el partido, la segunda ha sido tachada de "asistencia de oro" por los reporteros. ¡Y he metido un gol desde 20 metros y por la escuadra que ha hecho levantarse al banquillo entero! Y bueno... ¡las gradas se venían abajo! En fín, he driblado como nunca, he desconcertado a los defensas y al portero del equipo contrario y el marcador se ha cerrado con un cinco a cero. Te has perdido un gran partido, querida...
En el cesped camino al vestuario, me ha interceptado un tipo con micro de no-sé-qué-tele y las "cuatro preguntas de rigor sobre el primer partido de liga y mi protagonismo" y blablabla: sudado, con la satisfacción en la cara y en la boca mi típico discurso comedido, le he respondido:
"...Sí, bueno, hicimos todo lo posible, esta vez lo conseguimos... pero tenemos que seguir trabajando y no bajar la guardia, no ha sido más que el primero de una gran cantidad de partidos y nos lo han puesto difícil. Todavía queda mucha liga, aunque ha sido un partido muy bonito..."

Gracias, gracias, sonrisas, despedida, escapada al vestuario, golpecitos de simpatía en el hombro, más sonrisas, felicitaciones, abrazos, aplausos por el tunel...

Bajo la ducha (¡vaya!) descubro más arañazos de los que recordaba... Me duele todo el cuerpo el agua caliente y un breve masaje me alivian del esfuerzo.

Me despido de los chicos, arranco el lamborghini, salgo del recinto con el cabello húmedo, abro las ventanillas para que me dé el aire en la cara: el frescor de la noche me sienta bien.

No sé cómo lo he hecho he pero me olvidado de tí durante 90 minutos. Enfilo por la avenida ya camino a casa y regresa tu imagen y en la última esquina. Con la silueta de la casa recortada contra el cielo, la luz de la ventana del dormitorio aparece como la única encendida y, con su resplandor, el desasosiego.

Aparco y subo las escaleras peldaño a peldaño -no de dos en dos como siempre- (¡no me reconozco!). Lento, lentos todos mis movimientos y mi corazón se acelera, los latidos alterados me impiden mantener el ritmo de la respiración. La casa está en silencio. No hay duda de que te encontraré como te dejé antes del partido: en el dormitorio con la tele apagada.
Y aunque estoy seguro de que no habrá lágrimas ni gritos ni discusiones, al entrar en la habitación y verte inerte sobre la cama, me invade una nueva inquietud porque todavía no sé qué carajos voy a hacer con tu cadáver...

domingo, marzo 20, 2011

normal

Foto de Claude Garnier

Tu humo que todo lo enturbia se cuela por las rendijas de mis pies entarimados.

La casa entera, todo parece haberse descompuesto y tiene apariencia de definitivo, la vulgaridad ha crecido... Se ha hecho dueña de la situación.

Miro por la ventana una última vez. Un cartel allá afuera, con letras en rojo reza, suplica: Adaptarse.

Separo el sótano de la buhardilla, guardo mis mejores cuadros allá arriba. Debo mantenerlos alejados.

Es mejor no emprender nada, quedarse quieto cuando conviene, moverse cuando sea el momento.

Las cosas cambian, dice una canción, los ciclos se cumplen, se acabará el invierno.

Detenerse no es perder me digo, debo reponer fuerzas para esperar

Aprovechar los momentos de quietud, de silencio, de calma. Mirar por la ventana. Y el hielo, agua pura.

Primavera que regresa...