miércoles, agosto 26, 2009

Taro y Capa


Gerda emprende la huída subida en un estribo.
Quedó atrapada -para siempre-
bajo la fuerza de un tanque

(Agarrada a tu manga, nos regalamos una de turistas y unas cuantas horas en blanco: paredes blancas, sábanas blancas, ducha de espuma blanca en tu cuello, en mi espalda. Apuramos el tiempo y la cerveza bien fría, llega el taxi, luces, manos, labios, andén. Abrazo. Fundido, ahora sí, en negro...)

Robert pisó una mina.
Quedó atrapado -para siempre-
(mala rima)
en Indochina.

lunes, agosto 17, 2009

embrujo

Salpicados de perseidas, sus ojos de mar despejaron las nubes que techaban la cumbre.
Me regaló las entrañas y la cima del Etna.
Sin aspas, ni viento. Agosto iluminó la isla.

Para P.