sábado, marzo 13, 2010

Bahía Cumberland

Bahía Cumberland - Foto de unsologato

Ese tic tac que escuchamos hace rato nos mantiene en tensa calma. No hablamos, estamos asustados. ¿Qué habrá sido de los demás, los que quedaron en el campamento de la playa? Es difícil borrar el recuerdo del estruendo del agua. Descansamos en una colina soleada: desde aquí la visión de la bahía es desoladora. Arrasada, llena de escombros... Es necesario regresar al pueblo, esta mañana salimos muy temprano, a las 5, para estudiar la flora, las especies endémicas… En el descenso a San Juan Bautista, nuestros corazones se aceleran.

En medio de esta incertidumbre, el reloj es el único que no se vuelve loco.